El tracto digestivo equino está diseñado específicamente para digerir pequeñas cantidades de una amplia variedad de alimentos con alto contenido de fibra de forma casi continua.
Los caballos poseen un estomago bastante pequeño en relación a su tamaño (solo 8-15 litros de capacidad) que está idealmente diseñado para comidas pequeñas y regulares, ya que los alimentos pasan a través del estómago muy rápidamente.
El estómago del caballo, a diferencia del humano, produce ácido clorhídrico continuamente, ¡incluso cuando el caballo no está comiendo!

Los caballos producen saliva durante la masticación de los alimentos ricos en fibra. Un flujo de saliva constante actúa como neutralizante del ácido clorhídrico ayudando a mantener un correcto pH en el estómago. En condiciones naturales el caballo puede llegar a producir hasta 12 litros de saliva al día.
La restricción del forraje limita la producción de saliva y, mientras el caballo espera a que llegue el suministro de la siguiente ración, su estómago vacío continúa segregando ácido clorhídrico. Esta acumulación de ácido clorhídrico en el estómago aumenta significativamente el riesgo de sufrir cólicos,irritaciones y úlceras.
El Slow Feedig o alimentación lenta facilitan un suministro constante de heno o forraje; el caballo se alimenta lentamente durante más horas al día, facilitando la producción de saliva y el correcto funcionamiento de su sistema digestivo.